Cero y van dos cartas explosivas. Primero Germán Martínez, que renunció al IMSS, y después, Carlos Urzúa que sale de la Secretaría de Hacienda. Ambos coincidieron en que les impusieron funcionarios –algo de lo que, por cierto, en principio, no se quejaron- y de que ha habido opiniones sin sustento técnico en las carteras que desempeñaban.

La salida de Urzúa, no es sorpresiva, ni tampoco intempestiva como muchos la han calificado. Se rumoró desde hace semanas Pero eso no le quita gravedad.

Morena, por la manera en que se conformó, aglutina a dos tipos de perfiles. Los radicales (donde están personajes como Paco Ignacio Taibo II, la senadora Jesusa Rodríguez, el pirotécnico Fernández Noroña, Dolores Padierna o Martí Batres). Los moderados (Tatiana Clouthier, Alfonso Romo, Gerardo Esquivel, Germán Martínez, Marcelo Ebrard y el mismo Carlos Urzúa).

En algunas ocasiones, el presidente ha escuchado a algunos –como en el tema energético- y a otros – como en el tema de la relación bilateral-, dependiendo la situación.

Las diferencias entre ambos grupos son los que han provocado las grietas al interior del gabinete federal. Jaloneos, por cierto, que en varias ocasiones han provocado crisis a las que el mismo presidente ha tenido que entrarle al quite para tranquilizar la situación.

No obstante, en este caso, la salida de Urzúa, se debió – no sólo a eso, pero en buena parte- a las diferencias con el Jefe de la Oficina de la presidencia, Alfonso Romo y Rocío Nahle.

Pareciera que el grupo que se está fracturando es el de los moderados, y que en lo sucesivo, se vendrá una desbandada de cuadros de esa facción. Claro que no fue el único motivo, sino también los que Urzúa expone en la carta. Dicen los que saben (como el periodista de negocios Mario Maldonado) que lo que terminó por no agradarle al hoy exsecretario fue el nuevo plan de negocios de Pemex que le enviaron de la Secretaría de Energía. (https://www.eluniversal.com.mx/columna/mario-maldonado-expres/cartera/management/renuncia-de-urzua-por-romo-buenrostro-y-nahle )

Hay que decir que nuevo titular de Hacienda –más allá del semblante de preocupación que mostró en el vídeo de su presentación- tiene todas las credenciales académicas para este trabajo y cuenta con prestigio internacional. Trabajó en el Banco Mundial y tiene un doctorado por la Universidad de Nueva York. Además de que llega con el visto bueno de los empresarios, y dicen los que saben, que también con el de su antecesor.

Solo que hay que recordar un antecedente: En dos ocasiones, cuando declaró que la Refinería de Dos Bocas no era viable y que se cocinaba el regreso del impuesto por tenencia vehicular, el presidente le corrigió la plana.

Hoy la 4T pierde un perfil valioso. Y no es cosa menor. Por algo los mercados reaccionaron con la noticia. Esto le da cuerda quienes anticipan un colapso, y que inexplicablemente anhelan con tal vehemencia esa tragedia económica, como si el espetar el consabido “Se los dije” valiera más que la tranquilidad de las familias mexicanas.

Quien llega, tiene un perfil adecuado. En su primer rueda de prensa la tarde de este martes, demostró que conoce de la materia, y que cuenta con un equipo interesante. Se condujo con mucha prudencia y descartó golpes de timón abruptos y su intención de mantener tranquilidad en los ramos tributarios y redistributivos, sin afectar el renglón macroeconómico y la inversión pública.

Lo sensato sería que el Presidente actúe sobre algunos puntos descritos en la carta, breve, pero escrita con dinamita.

¿Será esto un punto de inflexión en la llamada Cuarta Transformación?

Todos esperaríamos que sí. Que se investiguen los supuestos conflictos de interés que Urzúa expone en su misiva y que a partir de ahora, comenzaran a nombrarse funcionarios con el perfil adecuado para las dependencias, y que se le deje trabajar de forma técnica al nuevo titular de Hacienda. La capacidad la tiene.

Por supuesto que aún estamos a tiempo.