La detención de Miguel Castro: injusticia o imprudencia

Por: Julio Ríos

Como ya se ha informado en los medios de comunicación, el ex secretario de Desarrollo social y ex Candidato a la Gubernatura, Miguel Castro Reynoso, fue encarcelado. Un juez de oralidad ordenó aplicarle tres meses de prisión preventiva. Soy de los que lamentan lo ocurrido, pues la trayectoria de este funcionario, ha sido intachable.

Ante tal situación, es lógico preguntarnos: ¿Fue una injusticia o una imprudencia?

No deja de sorprender que Miguel Castro esté tras las rejas, mientras otros personajes, también bajo proceso, cuyos nombres no diré para no violar su “presunción de inocencia” andan tan campantes, rayando en el cinismo, como si nada hubiera pasado.

La respuesta es sencilla: cuentan con una mejor defensa legal.

Para empezar. Antes, lo  he criticado por su falta de resultados, pero en honor a la verdad hay que decirlo: el Fiscal Anticorrupción no tiene la culpa de esto. Ya basta de sospechosismos  y  teorías conspiratorias que solo se basan en elucubraciones y no argumentos.

Aclaremos: Lo que pasó con Miguel Castro, viene de otro órgano distinto a la Fiscalía, que se llama Unidad de Medidas Cautelares, la cual se encarga de revisar que los imputados cumplan con estas medidas impuestas por los juzgadores. Ellos acudieron en repetidas ocasiones a la casa de Miguel Castro Reynoso, y no lo encontraron.

Solo podía salir a actividades laborales. Pero ir a un partido de béisbol o incluso, a pasar fin de año a la playa, iba en contra de las medidas cautelares de resguardo domiciliario.

Miguel Castro estuvo mal asesorado. Debieron advertirle de este riesgo. Si él hubiera cumplido a pie juntillas con la medida cautelar, luego de estos tres primeros meses, podría haber solicitado la revisión de la medida cautelar y muy probablemente la habrían suavizado y le habrían quitado el resguardo domiciliario.

Caso contrario: Desacató en varias ocasiones. Jugó con fuego. Y ante un informe oficial de la Unidad de Medida Cautelares (que es una prueba objetiva),  al Agente del Ministerio Público no le quedó de otra –porque está obligado por la ley- que solicitar la revocación de la medida cautelar con los resultados conocidos.

¿Por qué a otros no se les encarcela? Sencillo: porque están amparados.

¿Por qué a otros no les han revocado la medida cautelar? Pregúntele a la Unidad de Medidas Cautelares, no al Fiscal Anticorrupción.

¿Es justo lo ocurrido? Creo que es un gran  problema que cuando la justicia se aplica solo a unos y a otros no. Eso no es justicia, desde mi punto de vista, además la justicia no tendría que depender de tener un buen o mal abogado. Pero en la praxis, Castro se la jugó con el cuchillo entre los dientes.

Ahora, de eso, a que se esté poniendo en entredicho al Sistema Anticorrupción, como han dicho algunos columnistas, por supuesto que NO. Me parece exagerado y riesgoso decir que esta detención pone en entredicho a TODO el Sistema Anticorrupción. Hay piezas que integran este sistema que NADA tienen que ver con lo ocurrido.

¿Qué tendría que ver, por ejemplo,el Comité de Participación Social con este hecho? ¡NADA! No se vale decir que TODO el sistema está en entredicho.

Ese tipo de aseveraciones le hacen mucho daño a un Sistema Anticorrupción que queremos  consolidar y que va caminando poco a poco, a pesar de los embates del poder (en Tlaquepaque quieren hasta desaparecer el sistema municipal anticorrupción porque no es a modo de la presidenta).

En un contexto en el que a nivel federal quieren imponer una reforma judicial regresiva, dañina, cuando desinformamos le hacemos un flaco favor al nuevo Sistema de Justicia penal.

Lo de Miguel Castro, no fue una injusticia. Fue una imprudencia. Una ligereza que lamentamos, porque este personaje, no merece estar tras las rejas.  El mismo Fiscal Anticorrupción Gerardo de la Cruz lo dijo así: “Este caso nunca fue de prisión preventiva”.  E incluso él lo lamentó. Como lo lamentamos muchos,

Pero también dijo una frase clave: “La ley es dura. Pero es la ley”.

Si queremos fortalecer al nuevo sistema de justicia, esta decisión da –por fin- un mensaje de no impunidad.

Un mensaje similar, lo dan otras recientes resoluciones judiciales como los seis meses de prisión preventiva contra  la chica que participó en un accidente en una carrera clandestina de arrancones. O la propia contra el futbolista Joao “N”. Esas decisiones hablan bien del nuevo Sistema de Justicia Penal, al que varios medios han debilitado al comprar la narrativa de que es una puerta giratoria para “soltar delincuentes”.

Son muestra de que las medidas cautelares funcionan y que poco a poco, quizá algún día, podamos acercarnos a ese anhelado fin de la impunidad.

Esa es la vía. Hacer cumplir la ley.

Esperamos que la cumplan con todos los demás.