Julio Ríos Twitter: @julio_rios

El presupuesto 2019, a nadie deja contento. La cobija no alcanza para todos. Pero no sólo es eso. Sino que es una bomba entre las manos de AMLO, porque se está enemistando con distintos sectores estratégicos.

Por donde quieras que abres un periódico, se ven las quejas.  Que si le va a tocar menos a municipios. Que se va a recortar a Universidades. Que están en riesgo programas de cultura. Que se da más dinero a publicidad y más a lo militar. O que no aparecen los proyectos  estratégicos no sólo de Jalisco, sino de muchos estados.

Es decir: Aumentos donde no se debe y recortes donde duele.

Para los pro AMLO, es un presupuesto austero. Para los anti AMLO es pichicato. O peor aún: el presupuesto es un instrumento de revanchas políticas

Se necesita ser muy ingenuo para negar que los recortes en el presupuesto no son una revancha. 

Jalisco, donde gobierna Alfaro, y Nuevo León –donde de membrete es el gobernador El Bronco- son los estados más castigados. Aparecen con incrementos nominales menores al 5% en sus participaciones federales. En el caso de nuestra entidad, pasaría de 21 mil 184 millones en 2018 a 22 mil 314 en 2019.

Menos educación, más militarización

Craso error el de AMLO es echarse encima a las universidades públicas.  La UNAM y el Instituto Politécnico Nacional, las que quedan peor paradas, con recortes reales del 7 por ciento Aunque a la UdeG tampoco la están tratando con la dignidad que merece la institución.

Me parece absurdo crear nuevas universidades, si ya tenemos instituciones  con liderazgo en indicadores de calidad educativa,  investigación y generación de matricula. Lo más sensato sería fortalecerlas en lugar de meter más a la misma cobija que de por si ya es cortita.

Crear cien universidades de la nada, en lugar de inyectarle a quienes ya tienen infraestructura y metodología para educar, es irracional, por decir lo menos.

De por si la relación de AMLO no era la mejor. Fue el único candidato que no se reunió con la ANUIES. Y ahora recortarle y provocar que los universitarios salgan a las calles a exigir que no se les reduzca el presupuesto, es echarle más limón a las heridas.

Y mientras eso ocurre. A la Secretaría de la Defensa Nacional le incrementan un 11 por ciento, ya que se crea la famosa Guardia Nacional, el gran proyecto en seguridad del nuevo gobierno.

Es decir:Más soldados en las calles, menos muchachos en las aulas.

¿Castillos en al aire?

Un paréntesis. Algunas de las proyecciones del presupuesto, me parecen optimistas. Se espera un crecimiento de dos por ciento económico. Ahí creo que es realista. Pero me parece inverosímil esperar una inflación del 3.5 % en 2019.

Otra variables inciertas: que el barril de petróleo esté en 55 dólares, también luce muy complicado. Hoy está en 52 dólares Y el dólar a 20 pesos. Con todo respeto, tampoco creo que se sostenga así.

Afectaciones a Jalisco

¿Cómo le pega a Jalisco particularmente el diseño de la propuesta?

  • La ausencia de los 4 proyectos estratégicos: Línea 4 del Tren Eléctrico, Saneamiento del Río Santiago, Presa El Purgatorio y soluciones para abasto de agua y el Libramiento Sur a Puerto Vallarta.
  • La desaparición de un recurso de entre 2 mil y 3 mil millones del desprestigiado Ramo 23, que iba para centros de salud, carreteras, pavimentaciones,  casas de la cultura. Y que ahora se centraliza, para que el gobierno federal se luzca, y supuestamente, para evitar los moches.
  • La afectación a la Universidad de Guadalajara, con un incremento menor a la inflación, que no permitirá siquiera cumplir con el incremento de salario a los empleados, marcado en la ley.

 

Si la línea 4 del Tren Eléctrico no empieza en 2019, no se termina en el sexenio. Si la Línea 3, que supuestamente arrancó en tiempo, sigue inconclusa.  Pero el agua, ese tema si preocupa. Podemos vivir sin agua y no sin tren. Y el agua no se puede sin dinero federal.

Para el saneamiento del Río Santiago, habrá recurso estatal, de 1,154 millones de pesos. Pero obviamente, no es suficiente para revertir semejante tragedia ambiental.

¿Cuál es la consecuencia directa de este escenario?

El incremento de impuestos estatales (tenencia, placas, hologramas, licencias de conducir, servicios notariales)

Y en el peor de los casos, la contratación de deuda. Jalisco tiene margen para hacerlo y el Gobierno estatal no ha cerrado la posibilidad, aunque tampoco tienen ganas de echar mano de esa herramienta impopular.

Pero no nos alarmemos antes de tiempo.

Yo soy de los que cree que finalmente habrá  recursos para Jalisco. A López Obrador no le conviene quedar como alguien que no cumple sus promesas.   Y en este estira y afloja siempre se corrige el proyecto de presupuesto y terminan otorgando.

Y eso, porque Alfaro ha levantado la voz. Si no, ni quien le hiciera caso a Jalisco allá en la capital de esta República centralista disfrazada de democracia.